Miscelánea de Chile a propósito deDietrich BonhoefferG

Jorge Quiroz

“Arcaico”. Lo contrario de “Uber”. Los psicólogos hablan del “pensamiento arcaico”, para designar al que predomina entre los dos y cuatro años de edad. Pero a veces se observa también entre adultos.

“Arcano”. Según la Real Academia Española, en su tercera acepción sería “Misterio, cosa oculta y muy difícil de conocer”. Hubiese bastado quizá con que los inversionistas defraudados, antes de hacer el cheque, hubiesen buscado el significado de la palabra. Ahora lo están conociendo.

“Certeza Jurídica”. Sería algo que tendrían los suizos pero no los chilenos (ver “Cervantes”).

“Cervantes”. Este año se cumplen 400 años de su muerte. En el capítulo XLII de la segunda parte del Quijote, éste da consejos a Sancho para la buena administración de la justicia: “Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres las más de las veces serán sin remedio, y si le tuvieran, será a costa de tu crédito y de tu hacienda”. Y que se sepa, Cervantes no era suizo.

“Chofer de la Economía”. Según reciente clase magistral del Ministro de Hacienda, al chofer de la economía habría que ubicarlo en Agustinas 1180 y no en Teatinos 120. El Ministro llegó a sugerir incluso que la política fiscal iría “en el asiento del pasajero (por no decir) que va en el asiento de atrás…” Lo que nos lleva a la pregunta: ¿cómo es que desde el asiento de atrás, el pasajero que precedió al actual Ministro de Hacienda logró tamaño frenazo?

“Industria del Salmón”. Actividad económica cuyos resultados dependen de dónde esté ubicada. Si está en Noruega por ejemplo, gana 1,5 dólares por kg. Pero si está en Chile, pierde la misma cantidad. Por pensamiento quizá arcaico, o arcano, los chilenos nos resistimos a copiar las reglas del juego noruegas, preferimos las criollas.

“Medidas de productividad”. Según lo que señala el Ministro de Economía, se contarían por decenas. Se me ocurre que si fueran realmente productivas, bastaría con un par. Ver por ejemplo, “Industria del Salmón”.

“Producto Potencial”. Últimamente, parece que viene a ser en economía, lo que en meteorología el “año normal”: hace rato que no se da.

“Puente Cau Cau”. Impensado polo de atracción turística. Nos hizo mundialmente famosos en el “Discovery Channel”.

“Recaudación Fiscal”. Nadie se explica por qué está tan alta. Pero parece que es puro susto.

“Robert Lucas”. Premio Nobel de Economía. Pero parece que también es profeta. Hace casi exactamente veinte años atrás, con motivo de su visita a Chile, dejó escrito un ensayo, y en su párrafo final decía: “De todas las tendencias perjudiciales para una economía sana, la más seductiva y, en mi opinión, la más venenosa, es centrarse en cuestiones de distribución…”. El problema es que anunció el veneno pero no el antídoto.

“Secreto del Sumario”. De lo que se entera primero un medio periodístico, de cuyo nombre no quiero acordarme, y después, casi de inmediato, todo el mundo.

“Tótem”. Nuevo invento que sirve para detener inversiones en generación eléctrica. Se precisa acompañarlo de una asociación indígena. Luego, en nombre de los ancestros, se levanta el tótem allí donde se va a hacer la inversión. Con eso, la inversión se detiene.

“Dietrich Bonhoeffer”. Místico alemán. Su principal enseñanza: “La estupidez es un enemigo más peligroso que el mal… Es posible protestar contra el mal, exponerlo… pero contra la estupidez no tenemos defensa...” Acaso un poco de humor sirva.